Entonces te gustan los pechos grandes después de todo.
[Vuelve a chasquear la lengua, consiguiendo apenas darle una vuelta al vendaje. Lo que no sabe es que tan apretado lo debe de poner. Mientras más lo apretara sería mejor, ¿cierto? El problema era que sabía que terminaría doliéndole. Maldice entre dientes]
Aún así no tiene importancia.
[Cuando recuperara su cuerpo ya no se iba a acordar de esos malditos pechos o al menos eso le valía porque no pensaba volver a hablar al respecto]