*Su primera reacción es querer taparse los ojos para no ver nada, pero mentiría como un bellaco si dijera que la visión que el chico le ofrecía, no le agradaba en absoluto: eran bonitas, bien formadas y con un tamaño nada despreciable.*
Tápate por favor.
*Dice con voz resuelta, pero por la forma en que seguía mirando a los pechos del otro estaba claro que no deseaba que eso ocurriese*