*El golpe que había dado contra el suelo fue más fuerte de lo esperado. Kanda había logrado aterrizar sobre él de una forma brusca, atrapándolo debajo suya. No podía moverse y comenzaba a sentirse ahogado bajo aquellos pechos, sin embargo el mayor parecía tan desconcertado, que ni cuenta parecía darse*
¡Quita de encima! ¡Me haces daño idiota!
*Le grita de nuevo con su voz chillona, dolorido por la caída*