*Dice mientras le empuja hacia dentro, con las mejillas encendidas por lo que ha dicho el otro. Lavi como siempre se las arreglaba para avergonzarlo con algo, pero no iba a dejarle en esta ocasión.
Una vez el mayor entra, cierra con cuidado la puerta de su propia habitación y se dispone a mirar en su armario para buscar la camisa que prometió*