[Además, no podía encontrar ni una sola cosa que tapara esas malditas tetas, así que no le veía el caso de ir caminando con una sábana encima por todos lados, especialmente cuando necesitaba entrenar.
Y pobre del que se atreviera a mirarle de más porque, a pesar de que fuese chica ahora, aún podía romperle la cara al que se le pusiera enfrente.
Aún maldiciendo por lo bajo toma los palillos que le pasa Alma para seguir comiendo lo más tranquilamente que puede, que no es mucho]