*Saluda perpleja desde la cama, observando como una bonita muchacha pelirroja pasaba dentro de su habitación. Por supuesto, seguía tratándose de Lavi, pero se veía tan bien con aquel cuerpo que por unos instantes sintió cierta envidia de él. Por muy tonto que ésto fuese.
Pronto siente vergüenza por lo desaliñada que ella podría estar, así que trata de adecentar su cabello torpemente con sus manos*