*Se frota en el lugar del golpe con energía. Claro, su camiseta de siempre. A decir verdad, se veía bien siempre con ella pero eso no era una excusa. Y lo de los vestidos, a pesar de ser una broma, él jamás se pondría un vestido*
Mm... Bueno, hay una alternativa. Podría dejarte una de mis camisas o algo así.