¿Qué dices, Lavi? Por supuesto que te estoy mirando a los ojos, ¿Que si no?
*Aquello logra ponerle las mejillas coloradas. En parte, Lavi tenía razón. No había mirado demasiado su cara, pero no era porque quisiera, si no que aquellos pechos eran demasiado notorios*
Podrías haber elegido una camisa más adecuada a como estás ahora y no pasaría nada.