No creo que sea fácil. Hay ciertas cosas con las que no... No puedo.
*Nunca había prestado mucha atención a las supuestas personas que la perseguían en la Orden, un hecho del que ella prácticamente nunca se enteraba si sucedía. Pero ser hombre, era algo mucho más allá de eso. No se acostumbraba a los cambios en su cuerpo, ni a no poder llevar sus zapatos o su uniforme. Sin contar la vergüenza y la odisea, que supone ir al baño*