*Tras darse cuenta de cómo reacciona Kanda, suspira profundamente, calmándose un poco. Podría aparentar ser una mujer, pero seguía siendo él después de todo*
Lo siento, estos días estoy un poco nerviosa.
*Añade sin apartar la mirada de la mesa. Puede que siempre hubiese defendido a su hermano, a veces sin condición, pero esto era demasiado. No estaba segura de qué a quién debería creer en esta ocasión*