*Solo oír ese apodo, le obliga a replicar con su voz fina a quien le habla, tratando de mantener su suéter lo más posible pegado al pecho. Sin embargo, enseguida piensa que no es el único que debería tratar de taparse al observar como Kanda había resultado una mujer con un busto demasiado grande.*
¿Qué quieres? Si estás enfadado, será mejor que vayas a golpear cosas a la arena.
*Porque a pesar de que su pecho acaparaba toda la atención en aquel pasillo, su cara de tremendo enfado tampoco pasaba desapercibida*