*Sumergida en sus propios pensamientos y más preocupada de seguir masticando y tragando, tiene que darse unos golpecitos en su pecho plano para no atragantarse. Habían tocado a su puerta y por la voz, parecía ser de Lavi. Y "parecía" porque ahora era mucho más fina y aguda.*
U-Un... ¡Un momento!
*No tiene ni idea de qué trae a Lavi a su habitación en estos momentos, pero de lo que está segura es que no quiere que la vea comer de una forma digna de Allen, así que esconde el par de bollos debajo de las sábanas de su cama*
¡E-está abierto!
*Dice tratando de modular su voz, a la que todavía no se acostumbra*