[Se queda quieto bajo la mesa, escuchando a Marie hablando con el hermano de Alma. Como siempre era demasiado amable, incluso con esas personas que tan poca confianza debían de dar. Tan confiado como para decirle que ha escuchado mucho hablar de él. Qué mentira, él no hablaba de Alma, ¿verdad? Abraza las piernas contra su pecho, molesto.
Tal vez tendría que quedarse ahí mucho tiempo, esperando a que Alma se aburriera y se fuera. Pero al menos tenía su cuaderno y podía "escribir" más.
De hecho, termina tirándose en el piso, empezando a rayar en su cuaderno otra vez. No era como si pudieran obligarle a salir. Se resistiría con uñas y dientes y era necesario]