[Al fin se cansa de mirar a todos y se propone a ir al salón de clases, donde quiera que estuviera eso. Suponía que tendría que preguntarles a las mujeres esas que se vestían tan raro, pero están ocupadas con otros niños y no quiere tener que tratar con nadie que llorara tanto.
Así que se pone a caminar, tratando de recordar qué número de salón le habían dado cuando llegó con el viejo. Todo mundo lucía tan alterado que empezaba a molestarse más. Sólo quería llegar al salón para que todo terminara pronto.
Ya sabía que todos los niños eran así. El viejo se había empeñado tanto en que le agradarían que ni siquiera estaba seguro de que lo conociera bien. Ya quería irse a su casa y encerrarse en su habitación para no salir nunca más]