[Joder, ¿entonces era el maldito momento de comprobar que Yu Kanda no era ese "bastardo sin corazón que tanto se empeñaba en fingir que era"? Ni hablar. Podría estar ebrio, pero sabía cuándo había que parar. No estaba lo suficientemente borracho como para admitir que haría... "eso" por ese conejo idiota]
Dame el maldito reto, conejo.
[Maldita pregunta. Y Alma seguro le preguntaría qué tanto lo amaba y querría que le dijera que más allá de las estrellas o alguna mierda de esas]