[No sólo no le gusta nada que le pida su ayuda, sino que además la forma en la que lo mira es de lo más desagradable. ¿Para qué demonios quería su ayuda? ¿Qué no era un reto para Alma?
Frunce el ceño notoriamente, mirando fijamente al conejo para que entienda que no quiere tener nada qué ver con sus locuras estúpidas]