[Joder, ¿desde cuándo se había vuelto tan fuerte ese imbécil? Al menos tanto para obligarle al alzarse, teniendo que sostenerse de nuevo sólo con las manos.
Entonces se da cuenta de para qué le ha sacado de esa posición que al menos le daba algo de comodidad. Retiene el aire de nuevo en cuanto siente los primeros movimientos en su miembro. Ese idiota]
N-No hagas eso, maldito bastardo.
[Y aún y cuando ha logrado insultarlo, no puede evitar que ligeros jadeos escapen de su boca acompañados de un gemido. Maldita sea. Era culpa de ese hijo de puta, gimiendo de esa manera cuando sabía que le encendía escucharlo, aún en estas jodidas circunstancias]