[Aún maldecía entre dientes a esos dos imbéciles y a Alma (sobre todo a Alma) por apartarlo de golpe para que esos dos pudieran entrar cuando lo que debieron hacer fue cerrarles la puerta en la cara para que volvieran cuando tenían que volver hasta que se percata de lo que está haciendo ese moyashi.
Ve un juguete en forma de conejo volando por los aires y a Mugen dejando de amenazar al conejo pelirrojo para fijarse en eso que era nuevo para él. Era obvio que odiaba a ese idiota, pero seguía siendo un gato después de todo, por lo que lo ve lanzarse sobre el juguete como si fuera la mayor amenaza que existía en el mundo. Pero estaba jugando. Resopla, chasqueando la lengua después antes de colocarse al lado del enano]