Deja de decir tonterías, baka-Lavi. Si no me dieras motivos yo no tendría que quejarme tanto.
*Gira los ojos por el comentario, desviando la mirada a la hilera de botones numerados del ascensor. El muchacho nunca cambiaría, así que no se molesta demasiado en seguir cayendo en aquel intento de molestarlo que ya conocía de sobra*
Si cuando lleguemos, Kanda sale a recibirnos con sus cuchillos de cocina en la mano, tú serás el que responda por ésto.