Un rato después...
*El libro de texto que estaba estudiando se resbala de entre sus dedos, yendo a parar a su regazo. No solía quedarse dormido mientras leía, le parecía una falta de respeto enorme hacia la palabra escrita, pero por alguna razón ese imbécil estaba tardando demasiado en salir del baño y se estaba cansando de esperar su turno. O más bien, esas noches de insomnio le estaban matando.
No podía dejar de darle vueltas a la cabeza, mucho más que antes, desde el día en que fue al museo con Lavi y empezó a sentirse extraño estando con él a solas. ¿Qué demonios estaba ocurriéndole? Era su hermano gemelo y lo compartía todo con él, no se supone que deba sentirse nervioso ahora después de tantos años. Menuda mierda. No entendía nada.*