*Por fin se dirigía a la habitación. Caminaba por el pasillo pesadamente, con la mochila y el teléfono móvil entre sus manos, escuchando como Junior y el abuelo recogían las cosas en la cocina con la televisión puesta de fondo.
Al final, sólo había resultado ser un mensaje de texto con una tontería, pero era consciente de que esa cosa tan insignificante, supuso una reacción rara en su hermano. Su sentido común le decía que simplemente lo dejase estar, porque Deak ya era raro de por sí, pero no podía. Siempre terminaba por preocuparse por ese capullo tarde o temprano*
"Toc, toc", vengo a flotar un rato.
*Anuncia al entrar en la habitación, viendo al otro recostado en la cama y con un libro entre las manos. Iba a pecar de estúpido, pero allá iba*