*Aunque ha sido un poco brusco en la manera de sujetarle la cara, eso no consigue sacarle del trance y que deje de escuchar esas voces en su cabeza, y en especial la de ella.*
Hay... Hay una chica que está pidiendo silencio.
*Y parecía que en mayor o menor medida todos la obedecían, a pesar de que el dolor de cabeza no cesaba del todo debido al esfuerzo mental que este ejercicio suponía.
Entonces esa chica era Lavihiko, supone. Era la primera vez que la escuchaba de esta manera, incluso sonaba un poco diferente en su cabeza a cuando la solía oír normalmente. Más femenina. Y aún así por la manera en la que hablaba de verdad parecía la líder de ese grupo de alter egos que todavía desconocía. Pero no sería por mucho tiempo. Decide intentarlo, tratar de que su voz logre alcanzarles, aunque ni siquiera tenía claro cómo dirigirse a ellos.*
Hah... ¿Pueden oirme?
*Sin embargo, de alguna manera tendría que empezar.*