[Le sorprenden aquellas palabras, unas que definitivamente no se esperaba. Era algo extraño, sin duda. No estaba acostumbrado a que le dijeran que había hecho un buen trabajo, por más ridículo que se oyera en un adulto como él. Pero había algo en ese niño que le hacía sentir como si fueran las primeras buenas palabras que le decían. Qué tontería, sentirse así de abrumado por algo como esto.
Pero de cierta manera le hace sentirse orgulloso. Tal vez debería de empezar a creerle que había sido gracias a él también que era libre]
Eres demasiado maduro. ¿Seguro que eres parte del conejo?