*Asiente a lo que le dicen, conformándose con la pequeña aclaración. Si mal no había entendido, no había ningún castigo que temer y sólo debía portarse bien e imitar lo que Lavihiko hiciera. Entonces, ¿era un juego de imitación? No parecía complicado pero tampoco demasiado divertido, al menos por el momento.
Comienza a acariciar al doctor por encima de su ropa, tal y como la muchacha hace, con suavidad y mientras le mira con atención. La verdad es que por mucho que la pelirroja sonriese despreocupada, a ella no le pareció que Kanda estuviese bromeando. En absoluto*