*De lo divertido que era esto. Pero ella sí lo sabe, y también que él se estaba derrumbando cada vez un poco más. Sólo necesitaba un empujoncito para ceder a sus deseos, hasta Lenalee le había ofrecido unirse a ellas.
Frota su mejilla contra la de la chica, mermando las distancias entre ellas. Le parecía adorable la manera en que el chico aún trata de contenerse a pesar de que está notablemente excitado. Le encanta verlo así y ser la única que entiende cómo debía sentirse, a pesar de ser ella precisamente la culpable de su estado. No, eso si acaso era otro detalle que le gustaba todavía más.*
Hah~ Ven con nosotras por favor~
*Cuando Lenalee volviera a su habitación, tendría mucho trabajo que hacer para acabar con el juego que habían empezado.*