*De nuevo siente como Lavihiko agarra uno de sus pechos y lo aprieta, con más fuerza que la vez anterior. Esta vez no es sonido de queja lo que sale de sus labios, si no más bien algo como un leve gemido. ¿De eso trataba el juego? Sólo tenía claro que si te tocaban de esa forma, eso es lo que pasaba. Terminabas haciendo ruido y sintiendo calor. Mucho calor.
Entonces vuelve a escuchar la voz de la chica y como se dirigía a oniisama. Kanda no se movía, sólo aferraba sus manos a la silla mientras cruzaba una mirada extraña con la muchacha. Ella se veía muy interesada porque Kanda jugase también, pero él no parecía tener la intención de hacerlo y quizás, sólo fuera porque no se atrevía a acercarse. Era un doctor después de todo, pudiera ser que los doctores no jugasen con sus pacientes*
¿Quieres venir?
*Pero él no era simplemente un doctor, era otro más de la familia, así que no duda en extenderle su mano invitándole a participar en aquel juego que ni ella misma entiende bien*