Hum. Ten cuidado de no caerte tú de la silla, encanto.
*Responde al otro un poco molesta ahora que de nuevo ella era el centro de su atención. Estaba convencida de que a su adorado doctor le estaba excitando verlas juntas, y de que a estas alturas él ya debía saber que se había dado cuenta de ello. Sin embargo Lenalee no parecía captar nada del asunto, era una niña inocente e ingenua, y tal vez esa mezcla lo hacía todo mucho más interesante y divertido para el chico. Le gustaba la complicidad entre ambos sin que la otra pareciera entender en qué estaban pensando. Pero eso no quería decir que permitiera que se acercara demasiado a él.*