*Pestañea un par de veces confusa. Esperaba que alguien dijera que tenía razón, que los había interrumpido por un motivo poco importante y que ahora estaría retrasados por su culpa. En cambio, lo que obtiene no son reclamos, si no las manos de Lavi, las de Lavihiko, sobre las suyas propias.
Se siente extraña por un momento, normalmente la que se encargaba de demostrar efusividad era ella, ese tipo de gestos eran más por su parte hacia los otros pacientes que a la inversa. Y esa chica simplemente lo había hecho mientras le decía algo tan importante como aquello. Su hermana mayor...*
Ugh...
*Se deja caer contra ese cuerpo que tiene al lado, al que ya ni siquiera sabe calificar si de hombre o mujer, para abrazarlo con fuerza*