[Vuelve a sentarse en la silla luego de quitar la libreta, aún pensando qué demonios debía de hacer.
Lenalee notaría tarde o temprano que este no era el conejo, y eso sería un gran problema para todos. Pero aún no podía dejarla ir, mucho menos lanzarla fuera de la habitación al corredor. Quizá lo más sensato sería hablar con ella, tranquilizarla y esperar que quisiera irse para poder acompañarla. Sí, eso era lo mejor.
Tan sólo esperaba que Lavihiko no se desesperara tan pronto]
¿Qué es lo que te asustó, Lenalee? Es tu habitación, ¿por qué tienes miedo?
[Empezar una sesión cuando estaba en medio de otra no era lo más sencillo que había hecho, pero algo tendría que intentar para salir del problema]