[Así que ahí estaba Lenalee. Y eso explicaba por qué había decidido dejar su habitación para ir a esta, la del conejo. Parpadea un par de veces, como si aún le costara creer que estuviera ahí]
¿Cómo supiste que estaba...? Olvídalo.
[Jodidas enfermeras, hablando de más como siempre. Suponía que debería de ir a dejarla a su cuarto, pero también estaba Lavihiko. No podía dejarla sola. Joder, qué difícil]
Pasa, cuando te tranquilices, te acompañaré a tu cuarto.
[No podría hablar nada con Lavihiko, aunque tal vez Lenalee ni siquiera debería de enterarse de su existencia. Maldición, ¿qué demonios debía de hacer?]