*Escucha el sonido de una silla que se arrastra y unas voces suaves, que le dieron a entender que efectivamente había tenido suerte y Kanda se encontraba allí. Nada más la puerta se abre ante ella, puede ver al doctor y su primera reacción es encogerse un poco con timidez, comprobando si acaso el rostro del muchacho destilaba enojo por su presencia*
Lo siento. Estaba muy asustada en mi habitación...
*Dice nada más se encuentran cara a cara. No parecía enfadado si no más bien sorprendido*