*Todos los que él quisiera, sobre todo después de haberle concedido cada capricho que le pedía. Hasta iba a ser considerado y ayudarle a poner orden antes de que Lavi despertase de nuevo. No podía negarle nada.
Desliza uno de sus dedos por el cuello del muchacho, subiendo poco a poco por su cuello hasta su barbilla.*