[Si había algo que detestaba cuando tenía sexo era correrse antes que su amante de turno. Y eso en realidad nunca había sido un gran problema, usualmente soportaba mucho más que esto. Pero ahora mismo tenía un enorme problema y ese era que no podía controlarse en lo absoluto.
Ella le provocaba esto, el sentirse como un maldito adolescente en su primera vez con alguien muchísimo más experimentado que él. Y como adolescente, sus hormonas estaban a tope y no le obedecían en lo absoluto en su deseo de durar un poco más para complacerla.
Pero escucharle gritar que lo quería ya. Joder, simplemente era imposible. Y él no podía con imposibles]
¡Ngh! ¡Aah!
[Echa la cabeza hacia atrás, corriéndose sobre el cuerpo de quien está debajo sin poder hacer más que temblar un poco y disfrutar del mejor orgasmo que ha tenido en su vida, tan intenso que prácticamente de inmediato siente que las fuerzas le abandonan. Había perdido, pero aceptaba la derrota gustososamente, como nunca antes]