*No puede evitar gemir y exclamar con fascinación cuando él hace eso, cuando comienza a moverse y presiona ambos miembros juntos. Este chico, ¿ya había hecho algo como esto antes? No le importa demasiado en realidad, pero le encanta la manera en que lo hace. Tanto como para mover las caderas contra él buscando más de ese roce, a punto de la desesperación.
De no ser porque aún conservaba su camisa, podría jurar que habría conseguido unos cuantos jirones de la piel de la espalda del doctor.*