*Y eso lo convierte en un beso perfecto para ella, mejor de lo que esperaba teniendo en cuenta lo avanzada que estaba esta sesión de sexo. Todos sus amantes llegados a este punto le habrían metido la lengua sin más dilación. Y en cambio él estaba siendo gentil.
Presiona con más ahínco contra sus labios, sin poder evitar que sus mejillas adquieran más color cada vez. La atracción por el doctor no hacía más que aumentar y no se quedaría atrás a la hora de corresponderle, con acciones y palabras. Acabaría por convertirse en su gatita fiel si tan sólo siguiera siendo tan considerado con ella y complaciendo todos sus caprichos.*