[No debía de sentir que su ego ganaba puntos por esas palabras, unas que generalmente no le importarían en lo más mínimo. Al parecer se había propuesto complacer a esta chica en absolutamente todo, incluso en algo como esto.
Vuelve a soltar otro ligero gemido cuando siente ese apretón, más excitado que adolorido. Sí, el maldito masoquismo. Lo que no quiere decir que no disfrute las caricias más suaves que vienen después. Definitivamente sabía cómo hacerle disfrutar.
Traga saliva, apoyando la frente en el pecho del conejo. Tenía que ganar el control nuevamente, pero poco podía hacer. Había tenido razón en algo: era un jodido novato comparado con ella]
Fuerte. No temas lastimarme, sólo hazlo.
[Casi todas las chicas que le habían tocado parecían no entenderle cuando les pedía algo como eso o tenían demasiado miedo como para intentarlo. Con los hombres tampoco había mejorado mucho. Y algo le decía que esta mujer si podría hacerlo como le gustaba]