[Se detiene frente a la puerta de la habitación del idiota, una que conocía bastante bien porque casi siempre tenía que ser él quien fuera a buscarle. A veces ese imbécil era peor que el moyashi muchas veces. Ahora no sabía si podría ir a esa habitación como antes. Sería algo difícil. Resopla]
Ya te puedes ir a dormir. Deja de pensar tanto las cosas y sólo descansa o todo mundo se dará cuenta de que no dormiste nada.
[Y eso es todo. Se da la vuelta, dispuesto a irse de ahí cuanto antes]