[Hace lo que ella le pide, separándose un poco para obedecerle y empezar a quitarle el pantalón.
Que siguiera. Aún si sabía más o menos hacia dónde iba todo eso, lo mejor era que ella lo dijera de su boca. Así podría ayudarle, ayudarles a todos. Al fin toma en la boca el pezón izquierdo, lamiendo y succionando un poco. Se pregunta cómo se vería ella, con sus pechos de buen tamaño y las caderas pronunciadas que decía tener.
Coloca una mano en el bulto que se veía en la ropa interior del conejo, acariciando de arriba a abajo con suavidad. Empapada, seguro que estaría goteando. Esperaba que pudiera seguir hablando como le había prometido que lo haría, porque incluso él estaría en problemas si fuera ella la que estuviera sobre su cuerpo]