[Vuelve a chasquear la lengua. Estaba casi seguro de que Alma se negaría a ser llevado de nuevo, pero al parecer lo había disfrutado más de lo que creía. Resopla bastante fuerte]
Ya te dije que te preocupes más por tu trasero que por esto. ¿Qué explicación les vas a dar a todos cuando te pregunten por qué demonios no puedes caminar?
[Luego de que la adrenalina del sexo se le había esfumado pensaba las cosas más racionalmente, aún si no se arrepentía de lo que habían hecho. Termina de colocarse de nuevo la camisa, se dirige hacia a él para tomarle de nuevo en brazos, un poco más cómodo porque el otro ya se ha refrescado. Ahora sólo quedaba llevarlo a la cocina y luego a su habitación. Tal vez podría dormir un poco]