[Ahí estaba, había logrado que ella dejara de coquetearle, seguro que de la forma más ruín y traicionera, pero al menos podía convencerse de que era porque esto era importante para su informe y para ayudarles. Porque lo era, aún si había elegido el peor momento para decirlo.
Recuerda algo de sus clases sobre hipnosis. Es momento de calmarse otra vez e ignorar la molestia que sentía entre las piernas]
Sé que es un recuerdo doloroso. Pero es mejor que lo digas.
[El dolor del conejo. Al final, todos ellos habían nacido por eso. Si lograba saber la historia de cada uno de ellos, quizá lograría que se integraran pacíficamente]