[Sentir a Alma correrse sólo aumenta el morbo que ya sentía, la maldita excitación. ¿Cómo jodidos era posible? Aprieta fuerte los dientes, aún y cuando se le escapan algunos gemidos a causa de la repentina estrechez que rodea cada vez más fuerte su miembro.
Estúpido Alma. Estúpido masoquista idiota.
Vuelve a gemir, esta vez más audiblemente mientras continúa sus embestidas hasta correrse también, justo en el interior de Alma, sosteniéndole de las caderas para derrarmarse por completo dentro. Había hecho un maldito desastre, pero nunca se había sentido tan bien luego de coger en su vida]