[Tiene que tomar aire para poder hablar, lo cual le resulta muy difícil pues las embestidas de Yu lo distraen de todo aquello que quisiera decirle y como sea, no cree que sea el momento para ponerse a filosofar en por qué se siente tan seguro de no odiarle.
Ahora está más concentrado en acallar los gemidos de placer que el otro le provoca. Placer que se vuelve aún más intenso cuando siente como Yu ha tocado ese punto tan sensible, lo que le hace volver a morderle en el hombro para ahogar un fuerte gemido.]