*Aún cuando le dice que le mire y ha retirado la mano con la que le tapaba, no abre los ojos inmediatamente. Por alguna razón se sentía cómodo de esa manera. Pero tras unos segundos lo hace, medio adormilado, observando cómo se ha colocado frente a él, ocupando todo su rango de visión. Como si no hubiera nada más en esa habitación a lo que debiera prestar atención.*