[Se detiene a la mitad, maldiciendo por lo bajo mientras trata de acostumbrarse a aquello y no penetrarlo repentinamente hasta el fondo. Se apoya en la cama, aunque sigue sosteniéndole de las caderas con una sola mano tan sólo para que no se apartara repentinamente.
Estaba gimiendo de dolor. Maldito estúpido. Se lo había advertido]
Idiota. Si haces más ruido todo mundo se dará cuenta. Te dije que te dolería.