[Se aferra tanto a las sábanas que siente que sus propias uñas le lastiman las manos, pero está más concentrado tratando de no gemir más fuerte.
Así que esto era lo que se sentía acostarse con un hombre. Bueno, de todas maneras no está plenamente consciente de otras sensaciones más que la del miembro de Yu penetrándolo dolorosamente.
No puede evitarlo más y suelta un quejido bastante audible, quizás no para escucharse en los pasillos, pero uno que no estaba dispuesto a que él escuchara. No sabe porque, aunque le duele bastante no quiere pedirle que se detenga.