[Ahora le pedía que se callara cuando antes había querido sacarle toda la maldita información que, según él, era útil.
Pero ahora no iba a callarse tan fácilmente, menos cuando lo tenía totalmente dominado y a punto de correrse. Era tan excitante verle retorcerse y sufrir de esa forma, todo por no poder controlar el placer. No sabía si es que él era muy bueno en la cama o es que Alma simplemente no tenía mucha experiencia. Ambas cosas le divertían por igual.
Es entonces cuando retira sus dedos, acomodándose bien entre las piernas de Alma mientras toma de nuevo la loción]
Voy a entrar. Es tu última oportunidad para arrepentirte.