[Vaya, había conseguido que perdiera el control y tan sólo por conocer un poco de la anatomía masculina. O tal vez era que comprendía a Alma más de lo que sus registros reflejaban.
Se relame los labios disimuladamente, volviendo a hundir los dedos más profundamente]
Tienes que tener un poco de control, Alma. ¿O quieres que pare para que no te corras?
[De todas maneras vuelve a rozar ese punto en el interior del otro chico, aún inclinado sobre él para seguir hablándole al oído a pesar de que estuviera gritando]