[Tenía que ser una coincidencia que sus amigos fueran precisamente sus otros pacientes. Aunque no debería de sorprenderle demasiado. Tenían ese tipo de personalidad que les hacía llevarse bien entre ellos.
Aunque dudaba un poco de tener al conejo ahí adentro, más bien por el conejo bastardo. Tenía que saber qué era lo que perturbaba al moyashi, y estaba seguro de que lo molestaría tan sólo porque era divertido joder con los demás. Pero tenía que aprender a controlarlo. Sería un buen ejercicio para el conejo, aún si era un poco extremo.
Resopla.
A pesar de que hubiera querido negarse, ver esa estúpida sonrisa luego de que hacía tanto tiempo sólo lo veía envuelto en las sábanas quejándose de lo horrible que era su vida, es difícil decirle que no. Maldito sujeto manipulador. Y él era un maldito idiota por permitir que eso le afectara]