*Por un momento ha podido observar un gesto extraño en su médico. Parecía que siempre que se hablaba de Junior algo cambiaba en su actitud, pero todavía no ha conseguido entender qué o por qué. En fin. Al menos parecía que él seguía en su cabeza después de todo.*
Bien. Porque si está ahí quiero que sepa que no quiero que se vaya.
*A diferencia de cierto sujeto que estaba también en su cabeza. Era extraño. Sabía que ese niño no existía más allá de las distorsiones de su propia mente, y aún así se sentía mal, culpable y con esa sensación de querer protegerlo luego de lo mal que lo tuvo que pasar. ¿Era normal simpatizar con tus otros "yo" a este nivel? Tal vez se estaba volviendo más loco aún. Y ni siquiera los conocía a todos todavía.*