["¡Vaya ya era hora!" Eso es lo que le hubiera gustado decir pero ni siquiera es capaz de escuchar sus propios pensamientos con claridad, pues estos han sido ahogados por el gemido que no alcanza a salir de su garganta, pues se lleva la esquina de una sabana a la boca para evitar gritar más fuerte.
Apenas estaba empezando, pero no creía poder aguantar mucho y menos si lo succionaba de esa manera. Ya se iba dando cuenta de qué tipo de experiencia tenía Yu, una de la que él en definitiva carecía.
Lo único que puede hacer es respirar entrecortadamente y seguir apretando la sabana entre los dientes. Por mucho placer que estuviera sintiendo dentro de esa boca, no podía dejarse llevar y gritar como en realidad le hubiese gustado hacer.]